martes, 9 de febrero de 2016

Valor para soñar y amar

Es increíble soñar, soñar con historias de amor, de esas que aprendemos desde pequeños, todos, chicos y chicas. De esas historias que escuchamos en canciones, de  las que vemos en las películas, en las series, que leemos en los libros, justo esas historias que nos hacen soñar con el amor.

Pero no basta con soñar, porque todo es muy bonito cuando lo imaginamos, y más cuando en nuestro camino se atraviesa esa persona que nos hace soñar con que esas historias de amor que tanto conocemos las puedes vivir. Y no basta, porque si quieres vivirlo tienes que atreverte a hacerlo realidad, y para hacer que pases necesitas tener mucho valor, valor para mostrar lo que sientes, para hacer que esa historia se construya, para que esa historia sobreviva ante todo.

Por que el amor es muy bonito en nuestra imaginación, y en la vida real también lo puede ser, mientras que nosotros demos todo de nosotros para que todo eso que una vez soñamos sea realidad, y que duré, y para eso necesitas demasiada paciencia y valor, sobre todo esto, porque debes arriesgar todo por la persona que quieres, por la persona con la que quieres vivir ese sueño. No importa todo lo que tengan que pasar, al final todo es posible siempre que estemos dispuestos a dar a ser valientes y enfrentar diferencias, problemas, hasta distancia.

Al final como todo sueño, debes de luchar porque esa historia de amor que soñaste sea real, sea lo que soñaste, no importa que haya pasado antes, no importa si te han roto el corazón, el amor es capaz de reparar toda las heridas, y si quieres a una persona seras valiente y darás todo de ti para construir ese sueño y que dure.

Si, las historias con las que soñamos pueden ser posibles, mientras nosotros seamos capaces de hacerlos realidad y aún así sigan pareciendo un sueño, sólo tenemos que ser valientes.

sábado, 30 de enero de 2016

Recuerdos

La memoria me comienza a traicionar. Hace varios meses que te vi por última vez en aquella parada de autobús. Quise detener el tiempo para poder seguir abrazándote, para poder seguir mirando tus ojos, para poder volver a besar tus labios, pero fue imposible. 

Veo fotos, escucho las que fueron nuestras canciones, recuerdo cada momento que vivimos y de vez en cuando tengo la oportunidad de oír tu voz. Pero mi memoria me ha traicionado, se ha olvidado del brillo de tus ojos, del color precisó en qué me gustaba perderme, se ha olvidado del calor de tu cuerpo, mi piel se olvido de tus manos, de tus brazos envolviéndome y manteniéndome cerca de ti, mis labios se olvidaron del calor y el sabor de tus labios, mis manos se olvidaron de la geografía de tu cuerpo. 

Soñaba desde ese momento cada noche con el día en que recuperaría esas sensaciones, esos momentos, y hoy, hoy no se si podrá ser, te cansaste de soñar, de esperar, de recordar, de sentir, y nuestra historia se quedo en recuerdos, en promesas sin cumplir. 

Las lagrimas aún me nublan la mirada al pensar lo que perdí, lo que no se si podrá ser. Sólo me queda confiar en el tiempo, en el destino, en que si va a ser será y en que si un día el amor nos encontró y nos unió lo volverá a hacer. 







lunes, 7 de diciembre de 2015

El día que la palabra "more" dejo de ser especial

Después de 1460 días prendada a ti me despedí sin decirte adiós, nunca me gusto esa palabra, es demasiado grande, demasiado dolorosa, tan tajante, pero era momento de dejar de soñar, de esperar y sobretodo de sufrir.

Aquel día de invierno mi mundo se detuvo al verte por primera vez, era la primera vez que volvía a sonreír, que volvía a sentir como mi corazón podía palpitar a mil por hora por alguien que no conocía, pero que en ese segundo se volvió todo. Creo que desde ese momento te empecé a querer y a soñar que podías quererme. Pero también desde ese momento el destino sabía que no iba a poder ser.

Nunca he sabido coquetear, conquistar, no lo sé porque siempre sueño, pero nunca actuó, siempre me quedo en silencio, y espero que sucedan las cosas, pero esta vez quería volver a intentarlo, quería que me mirarás, que vieras más allá de mis gafas o de mí cabello desastroso. No sabía, sólo hacía lo que creía que podía llamar tu atención, considerando la poca comunicación y la distancia.

Un like, y otro like, una foto, un comentario, un vídeo, todo era una oportunidad para mi y recordarás por un momento que ahí estaba, una niña interesada en ti, en saber de tus gustos, de tus tonterías, de tus chistes malos, de tu música. Quería saberlo todo de ti, quería encontrar ese punto de conexión para que me miraras, para que vieras que yo podía ser esa chica que no buscabas pero que había aparecido en tu vida para ser feliz.

Pero yo no sabía cómo eras, que eso no te gustaba, que mis intentos de que supieras que existía te hacían querer saber menos de mí, que me alejaban más de ti. Lloré tantas veces cuando un mensaje nunca recibió contestación, cuando un comentario fue ignorado, cuando no llego un like a una publicación que iba para ti, cuando un whatsapp no fue contestado. Y suena absurdo, pero era el modo en que me comunicaba contigo, era en el mundo en el que nos habíamos conocido y en el que podíamos interactuar.

Y no sé si se debe de hacer, no sé si se debe de querer así, si se debe ser o no así, pero es mi forma de ser, de expresar lo que siento, de intentar mantener el contacto con quien quiero, de saber más de las personas que me interesan, de siempre darlo todo e intentar estar presente. Y si, tú, con tu forma de ser, me hiciste dudar de mí, me hiciste sentir mal conmigo, de pensar que no se debe ser así, que no se debe querer así.

Y tal vez no se debe querer así, tal vez no se deba dar tanto por alguien, tal vez no tienes que estar tan presente en la vida de las personas, pero al menos en el futuro no me arrepentiré de haberlo dado todo, de haber querido, de haber soñado, de haber hecho locuras imborrables, de haber intentado hasta el último momento.

Pero me cansé de esperar, de esperar que quieras saber de mí, de esperar el mensaje que nunca llegará, de esperar ser parte de tu vida, de esperar que quieras pasar un momento conmigo, de esperar a ser tu amiga, me canse de sentirme mal conmigo por quererte así… Me rendí.

Ya no quiero seguir soñando con que un día pasé todo lo que imaginé, ya no quiero más un nudo en la garganta, ni lagrimas que me traicionan e inundan mis mejillas, ya no quiero sentir como mi corazón se emociona y se rompe, ya no, por eso hoy me marcho, ya no tendrás que ver mis likes, mis comentarios, mis publicaciones dedicadas a ti, mis whatsapps queriendo saber ti o queriendo verte.

Y hoy, después de tanto tiempo, en un día frío como el que te conocí, me voy, no te digo adiós, porque no podría decírtelo, porque odio las despedidas, me voy de tu vida en silencio, recojo mi cariño, mis sonrisas, mis besos que guarde y nunca te di, mis abrazos, mis miradas, mi tiempo, mis recuerdos contigo, de ti, mis sueños y mis ilusiones.

Te quise y quizá siempre sea así…


Pd. Sé que no todo fue malo, que fuiste amable y me ayudaste, eso no lo olvidaré y te lo agradeceré siempre, lo sabes de sobra… Gracias. 


miércoles, 7 de octubre de 2015

Un mes, otro Madrid...




Tras mis miedos y dudas, hoy hace un mes que llegue a España, 30 días, 4  semanas, 720 horas, 43 200 minutos y hay días en que sigo sin creer que estoy aquí y otros en que me siento como si llevará toda una vida aquí. Y como alguien en un momento me dijo: “cada viaje es una experiencia diferente”, y así ha sido este tiempo, una experiencia distinta a la primera vez que llegue a España.

Este país sigue siendo un sueño para mí, sigue teniendo magia sus calles, sus edificios, su música, las personas de aquí, sobre todo mis amigos que están aquí (aunque aún no los haya podido ver), pero también he estado descubriendo otro Madrid que no conocía.

Un Madrid sencillo, que empieza su jornada muy temprano, en el que hay una mezcla de idiomas y personas por donde voltees, donde aún los niños corren y juegan por la calle (tanto que cada tarde escucho sus risas, gritos y llantos desde mi ventana), donde las ropas son sencillas, donde no existen los hipsters ni las barbies, donde según eres parte del barrio la gente te saluda por la calle y  te sonríe, hasta los vendedores ambulantes.

Es un sitio en el que he descubierto, que como en mi país, no todo es bonito, y hay personas que lo pasan mal, donde puedes ver en el bus a un señor cansado del trabajo, contando a sus dos hijas una historia para entretenerlas del viaje y distraerlas del malestar de una gripe. Donde te das cuenta de la gente que se ha quedado sin hogar, en aquel señor que cada mañana está en la esquina de siempre con su mochila y pidiendo para comer y que una noche descubres que duerme en el cajero automático de la avenida.

Y si, se que existen otros tantos sitios que te harán  dar cuenta que en un país primer mundista hay pobreza y problemas que están más allá de los sitios guiris, hipsters y universitarios. Este mundo es real aquí, en mi país y en todo el mundo, y del que sólo te puedes dar cuenta cuando ves más allá de lo que siempre miras, cuando caminas por las calles y te fijas en las personas que se han vuelto invisibles.

No sé, es el primer mes, he descubierto nuevas cosas, he ido a conciertos, he caminado, me he acostumbrado a subir y bajar 64 escalones, por lo menos una vez al día (es lo que tiene vivir en un cuarto sin elevador), he conocido personas (españoles, mexicanos, canadienses, tailandeses, neozolandeses, estadounidenses…), he avanzado en mi investigación, y aún quedan muchos meses más y seguro que cada mes habrá mucho que vivir y mucho que contar…


miércoles, 8 de julio de 2015

Encontré




En el sitio y en la persona que menos imaginé, encontré a un chico que me hace sonreír desde la mañana hasta la noche, que me hace feliz día a día, que dice te quiero sin miedo y que llena mis horas de besos. No sé si esto dure un instante o una vida, sólo sé que quiero vivirlo, disfrutarlo y ser feliz... 

Por ti



Por ti, afrontaría el mundo sola, 
Por ti, vencería el sueño,
Por ti, dominaría mis miedos 
Por ti, no comería 
Por ti, descubriría nuevos mundos, 
Por ti, aprendería de fútbol, 
Por ti, hablaría sin parar, 
Por ti, correría miles de kilómetros, 
Por ti, amaría el silencio, 
Por ti, caminaría bajo la lluvia
Por ti, no sé qué más haría por ti... 

Sonríe



Y desde su propia oscuridad él le dijo: "sonríe, la vida es para ser feliz", y ella sonrió como hace mucho que no hacia. Ahora ella cada día, entre palabras, te "quieros" y besos le recuerda a él que a pesar de la oscuridad y de los problemas, debe sonreír y ser feliz. Así, él y ella viajarán en el mismo barco hasta que la Tierra deje de girar, hasta que el viento deje de soplar.